lunes, 24 de junio de 2013

Carta entregada a los senadores de la Región de Tarapacá.

Sres. Senadores
Primera Región de Tarapacá
Sr. Fulvio Rossi Ciocca
Sr. Jaime Orpis Bouchon
PRESENTE

Con motivo de la discusión en el senado de la llamada Ley de Fármacos, como estudiantes de la carrera de Química y Farmacia de la Universidad Arturo Prat, queremos manifestarles nuestro total rechazó al ítem que dice relación con la venta de medicamentos de venta directa, mal llamados “OTC”, fuera de las farmacias y peor aún, sin la presencia de un profesional competente y preparado para dar información sobre el correcto uso de los medicamentos, detección oportuna de efectos secundarios y de procurar las adecuadas condiciones de almacenamiento de este tipo de productos.
A la fecha, la discusión a todo nivel se ha limitado al precio, la rentabilidad del negocio y a las malas prácticas en la venta de un producto destinado a mejorar la salud de las personas. Nos preocupa que, precisamente, sea la salud de las personas la que ha quedado en el olvido y a diferencia de las personas formadas lejos del ámbito de la salud, a nosotros nos parece el punto central.
La ley en discusión plantea buenas ideas, como lo son la bioequivalencia, dosis unitaria y el recetaje del médico utilizando el nombre genérico del producto, las que esperamos sean implementadas en forma correcta, con criterios técnicos objetivos, que sigan tendencias internacionales, pero que tengan como punto central el acceso y uso racional del medicamento y su impacto en la salud de las personas  más que en la curva de la oferta y la demanda, que no considera “externalidades” como el costo por aumento de casos de intoxicación por medicamentos y el consecuente aumento en el gasto de salud pública y de las personas.
No por tener una ley que no cumple con las exigencias actuales del sector salud, tenemos derecho a implementar una peor. Por nuestros conocimientos técnicos sobre medicamentos sabemos que lo que se pretende lograr con este ítem, no es la solución: traspasar la venta de un sector económico a otro, es algo que como usuarios ya nos parece imprudente y como futuros profesionales del área, nos parece injustificado.
Creemos que la solución está por aumentar la fiscalización, en forma permanente y no solo como un volador de luces para justificar las propuestas de esta mal diseñada ley, queremos que el mercado se abra al emprendimiento a través de las farmacias independientes, no a través de negocios sin experiencia ni condiciones adecuadas para el transporte, almacenamiento y dispensación de medicamentos. Increíblemente, en un país que promueve el emprendimiento, las últimas medidas que se han tomado en torno a esta ley, no han hecho más que poner más barreras de entrada a un negocio de este tipo. Muchos estudiantes soñábamos con tener nuestra propia farmacia, para marcar la diferencia a través de ideas innovadoras que nos permitieran diferenciarnos de las cadenas de farmacia. Hoy ese sueño es claramente más caro y por tanto más lejano, favoreciendo con ello a quienes, dicen, se van a desfavorecer con estas medidas: las grandes cadenas de farmacia.
Nosotros somos los futuros profesionales a quienes ustedes, como senadores de la república, le entregarán un marco legal de ejercicio profesional. Vemos a muchos personajes públicos: abogados, ingenieros, periodistas, opinando de las farmacias como si conocieran la casuística del trabajo en ellas y dan cátedra basados en los “decires” de personas que les presentan casos útiles para sus afirmaciones basadas en falsos supuestos. La visión del usuario no basta y la presentación de información y estudios, la mayoría de ellos sesgados o sacados de contexto, nos avergüenzan.
Como estudiantes de Química y Farmacia, tenemos mucho que aportar y decir a un medio que sigue hablando con desconocimiento de “remedios” y no de medicamentos, que sigue pensando en un ahorro inferior al riesgo potencial del consumo inseguro de un medicamento. Asumiendo la realidad, nos hacemos cargo de la falta de participación del Químico Farmacéutico en la dispensación de medicamentos, estamos trabajando en nuestra escuela para mejorar aquello, pero es el estado el que no ha tomado los resguardos necesarios, para evitar que el sistema económico le otorgue a las cadenas de farmacias y laboratorios farmacéuticos, las herramientas para corromper una institución históricamente noble como lo era la farmacia y una acción de plena confianza como era la adquisición de un medicamento.
Sres. Senadores, entregándole parte de la “torta”, concepto para nosotros repulsivo cuando se habla de medicamentos, a almacenes y supermercados, no se logra mejorar la situación actual. Por el contrario, ¿Quién se hará responsable si la situación empeora, como nosotros sabemos empeorará?
Como nuestros representantes en el senado, queremos pedirles formalmente que rechacen la iniciativa de venta de medicamentos en negocios distintos a la farmacia. Para aclarar aún más nuestra postura, solicitamos formalmente una reunión en los días distritales en que la ley les exige estar en la zona, ya que entendemos que una carta no nos permite hacer una presentación completa de nuestra visión y de los alcances potenciales que esta medida puede tener. Por favor, den el espacio y escuchen a los que más saben del tema.

Atte.
Estudiantes de Química y Farmacia
Universidad Arturo Prat.



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